El ejercicio periodístico y las libertades informativas

Un profesional en comunicación  me afirmó que los textos periodísticos no llevan citas bibliográficas o documentales,  pero sí deben de llevar fuentes. Y aunque parezca que cito casi todo el libro de Apreza Salgado, tomo los fragmentos que; desde mi punto de vista son básicos para el ejercicio periodístico, y aunque difiero de su afirmación, es una cuestión más de estilo que de esencia. 
 
Pedro Salazar Ugarte, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), menciona en la presentación del libro Libertad de Expresión y Derechos de los Periodistas, que dichas garantías constitucionales sólo adquieren un sentido y un valor plenos cuando son ejercidas. ¿Pero qué pasa cuando se ejercen en un estado de derecho que no garantiza los privilegios adquiridos en la Carta Magna?
 
Apreza Salgado (2018) reveló varios datos estadísticos sobre la violencia que enfrentan los periodistas y comunicadores mexicanos, como asesinatos, amenazas, secuestros, privación de la libertad y lesiones cometidas contra los profesionales de la comunicación, que “tienen como resultado la vulneración de las libertades informativas” (p.5), así como las restricciones legales que ponen en riesgo el ejercicio de las libertades informativas y las crisis de las libertades informativas en México. 
 
La definición de libertad de información, según la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), es el derecho a tener acceso a la información que está en manos de entidades públicas. De igual forma, es parte integrante del derecho fundamental a la libertad de expresión.
 
De igual manera, Apreza Salgado refiere que la Corte Interamericana de Derechos Humanos apunta que la libertad de expresión tiene dos dimensiones; la individual y la social. (2009)
 
La libertad de expresión individual "[...] requiere que nadie sea arbitrariamente menoscabado o impedido a manifestar su propio pensamiento, pudiendo utilizar cualquier medio apropiado para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de destinarios”. (Apreza Salgado, 2018, p.12)
 
Apreza Salgado (2018) alude: que libertad de expresión social, se traduce en el derecho a recibir cualquier información y a conocer la expresión del pensamiento ajeno. De modo que la libertad de expresión, en su dimensión colectiva, comprende  el derecho a tratar de comunicar a otros sus puntos de vista”. (p.13)
 
Conocer las percepciones de los colegas comunicadores acerca de la realidad nacional es esencial porque nutre el ejercicio democrático y la construcción de una ciudadanía más crítica, al mismo tiempo, señala las dificultades de los gobiernos de  turno para afrontar las problemáticas que requieren atención primordial o son temas de seguridad nacional.
 
Sin embargo, a la hora de ejercer la pluma y papel para dar a conocer lo más relevante, sucede que los periodistas son objeto de persecución política, privación de la libertad –en este caso Sonny Figueroa y Anastasia Mejía Tiriquiz, entre otros casos que no han tenido tanto movimiento mediático-, entre otras; que atentan en el ejercicio de la libertad de pensamiento y de prensa, y representan retos para la democracia guatemalteca y para el gobierno de turno, que debe garantizar los ejercicios de los derechos amparados en la Carta Magna, y no violentarlos – en el caso de Sonny Figueroa y Anastasia Mejía Tiriquiz-.
 
En Guatemala el ejercicio periodístico se ampara constitucionalmente, desde mi criterio; en el artículo veintinueve, el artículo treinta y cinco de la Constitución Política de la República de Guatemala. Asimismo en  el decreto número nueve –Ley de emisión del pensamiento – y el decreto número 57-2008 –Ley de acceso a la información pública -.
 “La libertad de información es parte integrante del derecho fundamental a la libertad de expresión”. 

El ejercicio periodístico comienza en las Escuelas y Facultades de Ciencias de la Comunicación, como lo mencionaron Alejandra Gutiérrez, Juan Luis Font, Haroldo Sánchez, entre otros panelistas que participaron en las jornadas académicas realizadas por la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala, que se llevaron a cabo los días 14, 15 y 16 de octubre.
 
Como estudiantes necesitamos espacios que respalden nuestras notas periodísticas, géneros opinativos, artículos y ensayos con carácter académico-científico. Se requiere un espacio donde prevalezca la libertad de expresión y una objetividad, así como una línea editorial que sea crítica sobre la coyuntura nacional, universitaria y de nuestra misma unidad académica, el cual sea dirigido por estudiantes que tengan un sentido de alta responsabilidad  y una visión de transcender en este espacio, generando armonía, compartiendo experiencias en este espacio académico, que tanto se anhela para la comunidad estudiantil de la Escuela de Ciencias de la Comunicación.
 
Algunos mencionarán que el difunto periódico digital, ElSanCarlistaU, cumplía la función; la cumplía en espacio, pero no de los aspectos que planteo en líneas anteriores, llevando una agenda neoliberal, pro statu  quo, omitiendo la crítica objetiva que, como una institución pública -Escuela de Ciencias de la Comunicación- debe asumir para ejercicio deontológico que demanda la carrera periodística. Torres Rodríguez (2012) afirma: “los periodistas tienen responsabilidades por satisfacer como: el apego a la verdad, el dominio técnico del periodismo y la conciencia de servicio al público que conlleva”. (p.23)
 
Como estudiantes comunicadores, debemos aprovechar los espacios para ejercer las libertades informativas, manifestarnos por obtener esos espacios de expresión que en nuestra unidad académica se puedan generar, y llevar a la Escuela de Ciencias de la Comunicación a tener una incidencia en los medios de comunicación y la política nacional.
 

Fuentes citadas:

 
Torres Rodríguez, Vanessa, Documentación periodística, México, Red Tercer Milenio, 2012, p. 23.
 
Apreza Salgado, Socorro, Libertad de expresión y derechos de los periodistas, México, Insitituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, 2018.
  

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