Huelga: renacer o morir

Sin duda alguna, uno de los matices más grandes que tiene la Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC-, a parte de la autonomía otorgada el uno de diciembre de 1944, por la Junta Revolucionaria encabezada por un triunvirato integrado por el ciudadano Jorge Toriello Garrido y los militares Francisco Javier Arana Castro y Jacobo Árbenz Guzmán, quienes asumieron el poder en Guatemala, al producirse el triunfo del movimiento cívico-militar que derrocó al Gobierno de Federico Ponce, el 20 de octubre de 1944; es la Huelga de Dolores.

La Huelga de Dolores, nació en 1898, cuando se otorgaron ciertas libertades de expresión a la población guatemalteca, las cuales fueron avaladas por el entonces presidente de la república, Manuel Estrada Cabrera. Estas libertades otorgadas, fueron aprovechadas por los estudiantes de las Facultades de Medicina y Derecho de la Universidad Nacional de Guatemala (Universidad Estrada Cabrera), los cuales optaron por participar para coaccionar al gobierno del presidente Manuel Estrada Cabrera, mediante una huelga, para mejorar y abrir escuelas primarias para población; asimismo esta sirvió para impulsar a los estudiantes que, un mes después, establecer una manifestación satírica, la cual criticaría a ciudadanos y funcionarios de la sociedad guatemalteca, la cual se llevó a cabo el 1 de abril de 1898.

A lo largo del contexto guatemalteco, la Huelga de Dolores, ha sufrido cambios en su organización, y hasta su misma visión, como ente que representa los intereses comunes de la comunidad estudiantil y la sociedad guatemalteca. Cambios que se marcan en los hechos históricos de Guatemala, por ejemplo, el derrocamiento del licenciado Manuel Estrada Cabrera, en 1920; en la dictadura de Jorge Ubico, este movimiento se vio suprimido durante su periodo, el cual duró 14 años.

Hasta 1954, los estudiantes universitarios mostraban su rostro libremente durante el Desfile Bufo. Esto ya no lo pudieron seguir haciendo los miembros del Honorable Comité de Huelga, cuando empezó el gobierno anticomunista de Carlos Castillo Armas -a quien los estudiantes llamaban «Cara de Hacha»-. A partir de la lectura de un boletín el antiguo Parque Central en la zona 1, los estudiantes del comité empezaron a utilizar capuchas para cubrir su rostro. (Rosales, Martín; 2015)

 

Estudiante enmascarado leyendo el boletín en la Huelga de Dolores de 1922.
 La capucha no se empezó a utilizar sino hasta después del golpe de estado
 que derrocó a Jacobo Arbenz Guzmán en 1954. Foto: Wikimedia
 

El uso que le dieron en ese entonces, era para proteger sus identidades como estudiantes san carlistas, pero la historia, la Guerra Civil que ocurrió en Guatemala, a lo largo de 36 años, dejó un Movimiento Estudiantil, débil, de igual manera, el Movimiento Huelguero por las ocupaciones que tuvo el campus central por parte del Ejército de Guatemala, por las desapariciones, asesinatos y masacres ocurridas durante este periodo sangriento, que, aún está fresco en la memoria de la sociedad guatemalteca, pero aún más en la comunidad san carlista consciente y en los mismos muros de la USAC.

Debido a los hechos ocurridos, y las filtraciones contrainsurgentes por parte del ejército de Guatemala, dentro del Movimiento Estudiantil y el mismo Movimiento Huelguero, (hasta en la misma Escuela de Ciencias de la Comunicación <<Pedro Arredondo>>), cambiaron la dinámica de estos grupos estudiantiles conscientes, con el fin de desarticular los movimientos estudiantiles universitarios, ya que representaban la insurgencia en la capital del país durante la Guerra Civil.

En el imaginario de la sociedad guatemalteca, existe la esperanza que los estudiantes protesten por los derechos del colectivo guatemalteco, que tanta hace falta, y, a lo largo de la historia, se caracterizado por ser la voz del pueblo. Sin embargo, lo único que representa el Movimiento Huelguero (actual) para comunidad universitaria san carlista, es la figura de intimidación, extorsión, y sobre todo, una estructura organizacional criminal que, por ser Patrimonio Intangible de la Nación y por la plata (usa dinero) que se maneja durante las actividades de huelga, como la famosa Talacha o Bono Huelguero, (y) algunos estudiantes viven de la huelga. 

Asimismo que el Movimiento Huelguero (actual) representa un brazo político de choque a las autoridades universitarias, las cuales financian debajo de la mesa. Donde están la mayoría de los comités de huelga de las unidades académicas de la USAC. 

Debido a estos grupos que se perpetúan en sus puestos, (por ser una organización de línea vertical), han, hay y habrá estudiantes que siempre son críticos con su contexto social, en este caso el contexto universitario, los cuales han generado comités de huelga alternativos, los cuales se pueden contar con los dedos de una mano, dentro del campus central.

Como estudiantes analíticos y críticos de la coyuntura san carlista, nos preguntamos: ¿la huelga debe de acabar o bien, renacer?, estos cuestionamientos nos hacen dudar sobre nuestro posicionamiento actual sobre la huelga. Sin embargo, todo depende del sistema educativo nacional y privado, que son los entes que proporcionan la academia a los futuros jóvenes universitarios. No obviemos que actualmente la Universidad de San Carlos de Guatemala, sus exámenes de admisión son deplorables, los cuales no deberían de existir porque, de cierta manera impide el acceso a la educación pública superior, amparada en la Constitución Política de la República de Guatemala. 

 <<La memorial individual y colectiva de los guatemaltecos es demasiado corta>> Edeliberto Cifuentes Medina, parte del prólogo del libro Guatemala, Historia de una década. Nuestro deber como juventudes guatemaltecas es, aprehender de nuestra historia que, como sociedad guatemalteca nos hace tanta falta

Pero dejando de lado los temas constitucionales y legales, la capacidad de análisis y criterio de las juventudes, es vaga o nula, sin embargo, esto puede cambiar, mejorando nuestro sistema educativo, que nos enseñe a pensar y no seguir lo establecido por el imaginario social establecido en los medios de comunicación tradicional y los medios  digitales, que, en mi  percepción influyen mucho en los jóvenes guatemaltecos, los cuales son alineados a través de estos.

La Huelga de Dolores sólo renacerá si los jóvenes aspirantes a entrar a esta casa de pensamiento y los mismos estudiantes adscritos a ella , sean conscientes de la realidad y el contexto guatemalteco, el cual afecta a la clase proletaria. Si esto no fuera así, la Huelga de Dolores está condenada a morir ahorcada por la misma comunidad estudiantil.













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